Las 8 formas de (intentar) atraer pacientes con las que te darás 80 batacazos

Atraer pacientes

Atraer.

Uno de los términos de los que más sinónimos puedes encontrar:

Encantar, fascinar, seducir, tentar, cautivar, embelesar, maravillar, arrebatar, embrujar, hechizar, interesar, agradar, llamar, sugestionar, hipnotizar, deslumbrar, encandilar, enamorar, conquistar…

Si hay alguien que no quiera conseguir ese efecto en cualquier faceta de su vida, que levante la mano.

Nadie, ¿verdad?

Pero ¿por qué nos sentimos atraídos por algo o por alguien?

Buf, qué complicado es contestar a eso.

Solo me viene a la mente un párrafo de Robinson Crusoe de Daniel Defoe:

Tenemos unos resortes secretos en el corazón que, mo­vidos por algún objeto, presente o ausente, que se muestra ante nuestra imaginación, impulsan nuestra alma con tanta fuerza hacia ese objeto que su ausencia se vuelve inso­portable.

Bueno, no creo que puedas despertar una atracción tal en tus pacientes que solo con el hecho de pensar no poder conseguir cita en tu consulta privada les pueda resultar algo insoportable.

Pero sí puedo ilustrarte sobre 8 formas de intentar atraer pacientes que te pueden resultar insufribles (además de ineficaces).

Vamos allá.

1. El boca a boca

—Vengo por recomendación de Don Fulgencio Rabanal; quedó muy contento del tratamiento para sus problemas de próstata. 

Qué majo Don Fulgencio. Cuando tiene ocasión, te recomienda como doctor. Sin embargo… ¿cuántos pacientes recibes por esta vía? 

¿Uno cada tres meses? 

Como mucho… 

Sí, no digo que el boca a boca no pueda funcionar. De hecho, sé que funciona, pero en realidad no es un sistema seguro.

Sobre todo por dos motivos: puede ser desesperadamente lento y, lo peor de todo, es completamente imprevisible y no tienes ningún control sobre él: nunca sabrás cuándo y cómo te van a recomendar.

Sinceramente, no creo que sea una buena idea confiar el flujo de pacientes de tu consulta privada al decimonónico método del boca a boca.

2. Las recomendaciones de otros colegas

En principio, no parece mala idea:

Un oftalmólogo que recomienda a un optometrista.

Un trauma a un fisio.

Es un sistema muy similar al del boca a boca y adolece de los mismos inconvenientes: es lento, imprevisible y poco seguro.

Pero yo añadiría uno más: 

Todos sabemos que existen pacientes “especiales”. Sí, esos que no están conformes con nada, cuyo deporte favorito es la queja y la disconformidad… sobre todo con los honorarios.

Vamos, los que te dejan con el culo al aire con el colega que te ha recomendado que, por otro lado, también se queda con el trasero al descubierto.

3. El posicionamiento SEO

Bueno, parece que abandonamos el Paleolítico y nos encontramos con algo mucho más actual.

El SEO (Search Engine Optimization) consiste en una estrategia para “convencer” al algoritmo de Google de que nuestros textos (páginas web, posts, etc.) merecen ocupar las primeras posiciones en los resultados de búsqueda.

Por ejemplo, si buscas “operación de miopía con láser”, te saldrán una serie de resultados que revelan el éxito de la estrategia de posicionamiento: los primeros, serán los que mejor han sabido utilizar el SEO. 

Para ganarnos el cariño de Google influyen muchos factores. 

Y el caso es que si pudiéramos retroceder en el tiempo unos 10 años, te diría que el SEO no es una mala estrategia para la atracción de pacientes a tu consulta privada.

Pero las cosas han cambiado mucho en una década. Tanto, que la competencia en internet hoy en día es tan feroz que lograr un buen posicionamiento requiere de mucha inversión en recursos técnicos y, sobre todo, en tiempo (y dinero si contratas a una agencia).

Así que es una estrategia con previsiones de resultados medianamente decentes a medio-largo plazo. Antes de 6 meses no esperes mucho. 

Escribir mucho y durante mucho tiempo…

Y esperar. 

No parece muy efectivo un sistema que se basa en estas dos condiciones. 

Además, los algoritmos de Google son un poco toca gaitas y cambian bastante a menudo, por lo que (literalmente) de la noche a la mañana se puede ir tu estrategia SEO por el sumidero de las ideas “brillantes”: te quedarás con cara de haber recibido un gol en el último minuto y de penalti injusto.

Y con la inversión perdida, claro.

4. La creación masiva de contenidos multimedia (Youtube, Podcast, Clubhouse…)

Hay mucha gente que lo intenta, no lo niego.

Pero es un terreno pantanoso: te puedes atascar y, quizás, no sepas cómo salir.

A no ser que seas un auténtico maestro de la comunicación, no te lo recomiendo (por muy de moda que esté).

Tú te dedicas a otra cosa, tu especialidad es otra que el dominio de las plataformas digitales, y en eso es en lo que tienes que canalizar tus esfuerzos. 

Para atraer pacientes no necesitas convertirte en un youtuber ni en un creador de contenidos masivo. Tu lugar está en otra parte; no lo pierdas de vista.

De lo contrario, desperdiciarás el tiempo y el dinero.

Incluso puede que hagas un pequeño ridículo que hará las delicias de tus “colegas”.

Y por supuesto no te obsesiones con que para llegar a tus pacientes tienes que estar presente en todos los canales posibles. 

En tres palabras: No-es-cierto. 

De hecho, sin una estrategia bien estudiada y planteada, puede hacerte más daño que favor. 

5. Publicar en redes sociales

Muy relacionado con el punto anterior. 

A ver. 

¿Crees que colgando stories en Instagram o TikTok vas a conseguir más pacientes?

¿Crees que publicando en Facebook o Twitter cualquier cosa que se te ocurra vas a llegar a las personas que tú quieres? 

Claro, como has leído que hay que estar en las redes… 

Pues hala, a contar cosas en todas las redes posibles.

Y pierdes tiempo en todas. 

Sí, sí, consigues “likes”.

¿Y qué?

¿Los “likes” te proporcionan pacientes?

¿Te pagan las facturas?

No, ¿verdad?

Puedes tener la sensación de estar muy ocupado con las redes pero en realidad estás perdiendo el tiempo de forma apoteósica. 

6. Los directorios médicos digitales

¿Funcionan?

Sí.

¿Atraen pacientes?

También.

¿Pacientes a los que puedo aplicar mis honorarios sin condicionantes?

¡Zasca!

La mayoría de esos pacientes son derivados por las compañías o mutuas de salud, así que puedes prepararte para cobrar lo que te impongan y no lo que realmente valen tus servicios.

Si te interesa trabajar con pacientes 100% privados, esta vía desde luego no es la más adecuada. 

7. Mutuas y compañías de seguros médicos

Llegamos a la madre del cordero. 

Y aunque después de leer el apartado anterior, creo que está todo dicho, no me voy a quedar con las ganas.

Ahí va mi opinión: 

Son auténticas maltratadoras de profesionales sanitarios. No lo permitas.

8. La clínica que te alquila el despacho o la consulta

Es cierto, quizás en una etapa incipiente de tu actividad privada (en la que no te puedes permitir tener una consulta propia) sea una buena opción alquilar un despacho o consulta en una clínica ajena.

Hasta ahí, bien, aunque te recomiendo que no prolongues esa situación más allá de lo puramente imprescindible.

Pero esa coyuntura no implica que no seas independiente y que la única vinculación que tengas con el propietario de la clínica  se limite, exclusivamente, a cumplir con tus obligaciones como arrendatario.

Sí es la propia clínica la que te deriva los pacientes, estarás en una situación parecida a la que podrías tener si los pacientes proceden de las mutuas y compañías de seguros.

Te cortarán las alas, te impondrán condiciones y, seguramente, tendrás que apoquinar por las comisiones abusivas que te aplicarán.

No es una buena idea, créeme.

Tú pones las reglas en tu negocio.

Y la soberanía para captar clientes y recibir unos honorarios justos por tu trabajo sin que nadie te meta la mano en el bolsillo, debería ser la primera de esas reglas.

Y entonces ¿qué es lo que funciona? 

Ahora mismo, ya conoces los peores métodos de atracción de pacientes, te estarás preguntando si hay luz al final del túnel, ¿no?

Pues… no. No hay luz.

Hay algo mucho mejor: un luminoso y radiante porvenir para tu consulta privada.

Lo único que necesitas es implementar un sistema fiable, sostenible y regular de atracción de clientes 100% privados. 

Es decir, un sistema que aproveche el potencial del canal online y que sea capaz de llenar tu agenda todas las semanas sin que tú tengas que hacer nada porque funciona en piloto automático. 

Si quieres saber cómo hacerlo paso a paso, pásate ya por mi video training gratuito

Y ahora, cuéntame: ¿cuántos de estos métodos ineficaces has probado en tu consulta? Seguimos en los comentarios. 

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